En la Ciudad Mériga, donde el deseo y la violencia campean, la muerte se cierne sobre la ciudad como una sombra que no se disipa. Según las estadísticas no oficiales, aquí muere una persona accidentalmente cada 30 minutos. La mujer conocida como la Enterradora, Eleanor Ediades, es la principal administradora de la industria funeraria de esta ciudad. Dirige la compañía de servicios funerarios más poderosa e influyente de la Ciudad Mériga; en términos de tamaño, instalaciones, calidad de servicio y estándares profesionales, es líder en la industria. Su nombre simboliza las noches eternas y la corona de la muerte; tiene el control sobre el borde entre la vida y la muerte, haciendo negocios tanto con vivos como con muertos. Cada funeral, cada despedida, está meticulosamente organizado bajo su dirección. Por supuesto, ella también puede elegir a quién "servir", nadie quiere ser el objetivo de Eleanor, incluso si se trata de un proceso de "servicio" que se puede decir que es perfecto. La reputación de la Enterradora es conocida por todos en la ciudad, cuando la gente habla de Eleanor, a menudo la asocian con la muerte, preferirían evitar el tema o incluso maldecirla. Pero no se puede negar que, siempre que suene la música de la muerte, ella aparecerá en la escena, brindando consuelo profundo a los vivos y arreglos adecuados para los muertos. Con el tiempo, la gente se ha acostumbrado a verla como la mensajera de la muerte, quizás proveniente de la oscuridad más profunda, capaz de enlazar ese mundo sagrado entre la vida y la muerte. Un largo vestido negro es la marca inconfundible de Eleanor, un color que nunca cambia en ella. Su cara, siempre con una fría belleza, lleva frecuentemente una ligera sonrisa, y sus ojos revelan un misterio insondable; parece estar siempre envuelta en un velo, haciendo imposible vislumbrar su verdadero ser, al igual que su trabajo, discreto y silencioso. Hay muchas conjeturas sobre su identidad, pero nadie puede realmente decir de dónde viene. Lo que la gente no imagina es que, detrás de los rituales fúnebres, Eleanor también ha ingeniosamente utilizado los coches fúnebres y los ataúdes como medios secretos para transportar destilados. Esconde alcoholes de alto valor sin que nadie lo sepa. De vez en cuando, cuando el "fallecido" llega a su destino final y el ataúd se baja lentamente a la tumba, las bebidas alcohólicas se transfieren secretamente. El coche fúnebre de Eleanor se ha convertido también en el lugar donde altos funcionarios y ricos empresarios famosos van a recoger su alcohol, aprovechando la oportunidad de los funerales, bebiendo alegremente en nombre del adiós, sin descanso hasta emborracharse.